1. Pregunte e infórmese adecuadamente
Los rayos-x, dados a las dosis utilizadas para sus tratamientos diarios, matan a las células en división afectando el material genético de la célula. Las células cancerosas son eliminadas porque siempre se están dividiendo. Ciertas células normales también son destruidas, pero algunas de ellas se reparan por sí solas después del tratamiento.
El someterse a tratamientos con radiación, la mayoría de las veces despierta dudas, miedos e inseguridades en los pacientes oncológicos; esto se debe más que nada a la poca información que tienen, tanto los pacientes como sus familiares en todo lo que se refiere al tema de las radiaciones ionizantes y su uso en el tratamiento de afecciones. Es por ello, que es de suma importancia que tan pronto Usted o un familiar es diagnosticado con cáncer y remitido a radioterapia, realice todos los cuestionamientos necesarios a su radioncólogo, para así satisfacer toda duda que tenga referente a sus opciones de tratamiento y tomar finalmente la decisión adecuada sin guiarse de falsos mitos que, seguramente, no le permitirán atacar a tiempo su enfermedad.
2. Sea cuidadoso con su piel en el área de tratamiento
Sus tratamientos de radiación no
dolerán, aunque la piel irradiada por varias semanas puede tornarse rosada y
sentirse suave o delicada, como si hubiera sido quemada por el sol. Procure ser muy cuidadoso con su piel en el área de
tratamiento. Por ejemplo, no se rasgue
la piel tratada, y use únicamente los jabones más suaves con agua tibia para el
lavado. Usted puede consultar con el médico sobre cremas que le ayuden a humectar su piel en el área de tratamiento y a eliminar la sensación de comezón y ardor (la mayoría de las cremas recomendadas solo pueden ser colocadas después de su sesion de tratamiento y no antes o durante la misma). Lleve poca ropa de algodón suave
sobre el área tratada. Si es necesario
un vendaje, utilice cinta adhesiva de papel o Micropore y trate de colocarla fuera del área
de tratamiento. Finalmente, proteja esta
área del sol. Cúbrala con ropa liviana o
un sombrero antes de salir y pregúntele a su médico acerca del uso de una
loción bloqueadora de sol después de que hayan culminado sus tratamientos.
3. No se aleje de sus familiares y seres queridos
Mientras Usted está recibiendo su dosis de radiación, solo una pequeña parte de su cuerpo y la
mesa de tratamiento que lo sostiene estará levemente radiactiva.
Esta radiactividad dura únicamente una mínima fracción de un segundo
después de que el tratamiento del acelerador lineal se detiene.
Por tanto, no se aleje de sus familiares y seres queridos. Usted puede llevar su vida diaria con la mayor naturalidad, salvo algún efecto secundario que su tratamiento conlleve. Siéntase seguro de llevar sus actividades diarias de forma regular, toda vez que se mantenga llevando una dieta sana, y libre del consumo de alcohol y cigarrillos.
4. Comuníquele a su médico y/o tecnólogo cualquier síntoma que tenga durante el curso de sus tratamientos
En
la mayoría de los centros de radioterapia usted verá a su radioncólogo
por lo menos una vez a la semana para que él o ella pueda ver qué tan bien está
usted respondiendo a sus tratamientos.
Aproveche ese momento para comunicarle el mínimo detalle de los síntomas que Usted tenga hasta el momento, e incluso, para dilucidar cualquier duda o inquietud que tenga. El conteo de su sangre de glóbulos rojos, blancos y plaquetas, usualmente son verificados cada 1 o 2 semanas para asegurarse de que su médula ósea no está siendo suprimida por los tratamientos de radiación. Si su médula ósea es suprimida, usted estará más susceptible a infecciones y podrá padecer anemia.
El personal técnico que lo atenderá cada dia, también está disponible para responder y/o atender a sus inquietudes, ya que es un eslabón entre su radioncólogo y usted.
5. Sea un miembro más del equipo en caso de que su hijo sea sometido a tratamiento
Cada uno en el equipo de radioterapia
trata de conocer bien a los padres antes de que inicien los tratamientos,
algunas veces antes de que el niño sea examinado físicamente por el radioncólogo. El médico, junto con los físicos y tecnólogos discuten con los padres la posibilidad de pedirle al niño que se acueste y
permanezca inmóvil y solo en el cuarto de tratamiento durante la
radioterapia. Para mantener al niño inmóvil pueden ser
utilizados soportes cómodos de styrofoam, vak-locks, juguetes preferidos o quizás
sedantes. Si el niño es muy joven para
entender o está muy asustado como para cooperar, puede ser utilizado un anestésico
de corta acción, aún a diario, sin afectar seriamente al niño. Usted puede simular sesiones prácticas en casa, colocando al niño en la posición de tratamiento, previa consulta con el médico, para que el niño se acostumbre a mantenerse en la posición indicada por un periodo de tiempo. Por todo esto, el apoyo de los padres
generalmente es de mucha ayuda.
6. Consulte con su radioncólogo si le preocupa su vida sexual durante el curso de sus tratamientos
El tema de su vida sexual depende de muchos
factores, especialmente de la ubicación y estudio de su cáncer. La radioterapia generalmente permitirá una mejor preservación y función
del órgano, que la cirugía de cánceres de la misma ubicación y estadío. Por ejemplo, los hombres con cáncer temprano
de próstata pueden ser tratados exitosamente con radiación o con cirugía.
Uno de los posibles efectos colaterales de cualquiera de los
tratamientos es la impotencia, la inhabilidad de desarrollar un pene
erecto. La mayoría de la evidencia
indica que la radiación tiene menos probabilidades que la cirugía de permitir
esta complicación. Según algunos urólogos, los recientes avances en las técnicas quirúrgicas evitan daños a
los nervios necesarios para la erección del pene.
Hay muchas otras situaciones en las
cuales la radiación podría afectar la actividad sexual. Su radioncólogo estará encantado de
darle información y algunas prevenciones en esto, siempre y cuando Usted le recuerde que está preocupado por eso.
7. Infórmese acerca del costo de su tratamiento y su póliza de seguro
La terapia con radiación puede ser
costosa. Requiere tanto equipo complejo,
como los servicios de profesionales del cuidado de la salud altamente
entrenados. Los costos de su tratamiento
dependerán del número total prescrito y de la complejidad del plan de
tratamiento. La mayoría de las pólizas
de seguro cubren cargos por radioterapia.
Verifique con el personal del centro de tratamiento o la oficina de
costos del mismo para conocer más acerca de su póliza y cómo serán cubiertos los gastos.
8. No falte a sus citas de control
Luego de culminar sus sesiones de radioterapia, el médico le indicará con qué frecuencia debe acudir a sus citas de control. El tiempo y el espacio entre dichas citas dependerá de los
logros de su terapia y los riesgos de una recurrencia o efectos
colaterales. Generalmente, la mayoría de
los pacientes son examinados en citas de control un mes después de culminada la
terapia y de tres a seis meses después de eso, por un período de cinco a diez años.
"El éxito del tratamiento, también depende de Usted..."